Los socios secesionistas de Armengol se lanzan a crear la República Confederal Balear Independiente
La ponencia política de Més per Mallorca apuesta por un nuevo país confederal entre las cuatro Islas
Ese nuevo Estado que quiere la formación sería "soberano, sostenible, feminista e igualitario"
Acusan al Estado de expoliar Baleares y apuestan por redactar un plan de transición a la independencia
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Més per Mallorca, los socios independentistas de la socialista Francina Armengol en el Govern, apuestan definitivamente por la secesión de Baleares en la ponencia política de la quinta asamblea que esta formación celebrará los días 26 y 27 de este mes.
Los nuevos pilares ideológicos, refrendados ya por la dirección de este partido en línea con las formaciones separatistas que gobiernan la Generalitat de Cataluña, apuestan abiertamente en este documento por la creación de la República Confederal Balear Independiente. Para los socios de PSOE y Unidas Podemos en el Ejecutivo balear, «cualquier proyecto de país pasa inexorablemente por una República».
En este sentido, precisan en el documento, no piensan en un proyecto conformado únicamente por Mallorca, sino «por el conjunto de las cuatro Islas». Todo ello porque «nuestras Islas comparten, además del hecho insular, una cultura y una lengua catalana y unos rasgos identitarios comunes que son territorios muy dependientes de la economía y las inversiones especulativas internacionales», recoge el texto.
Los independentistas mallorquines aprovechan este contexto para descalificar al Estado español al que acusan de ejecutar en Baleares «un brutal expolio».
Esa propuesta de República Confederal Balear proponen construirla de igual a igual, por cada una de las Islas, «y asumiendo todas, que en última instancia, el derecho a decidir su futuro recae en cada una de ellas».
Cada isla, por tanto, deberá definir su proyecto insular con total independencia y, por ello, «sería muy importante que las fuerzas políticas y sociales de cada una tuvieran muy claro que será necesario siempre el consenso».
El nuevo Estado mediterráneo al que aspiran los independentistas de Més, sería un país republicano formado por unas islas «soberanas, sostenibles, feministas e igualitarias». Porque a su juicio, el modelo actual «se nos agota», todo ello por culpa del «proceso de globalización capitalista neoliberal» que a su juicio «muestra cada vez más dificultades para estabilizarse.
Un proceso que se habría caracterizado «por una pérdida de soberanía económica, por una precarización general de nuestras vidas, por el abandono progresivo del sector productivo para engordar el financiero, y por la emergencia de una nueva ola de innovaciones tecnólogas que amenazan con intensificar aún más este proceso».
Los socios de Armengol parece que tienen claro que llegados a este punto ya, «no sería adecuado dedicar más esfuerzos a debatir cuál es la estación final del proyecto sino cómo construir la mayoría social que nos permita llegar».
Por ello proponen «dedicar muchos esfuerzos a ponernos de acuerdo las fuerzas políticas y sociales en la redacción de un plan de transición porque sólo con unos objetivos comunes podemos construir una nueva mayoría social, condición imprescindible para avanzar hacia un cambio de sociedad».
A este respecto, la formación no pierde tampoco la ocasión para cargar contra la principal industria balear. Un sector turístico del que recuerdan que fue «concebido por el franquismo e incentivado durante la democracia». Sin embargo, «desde muy pronto vimos los peligros de este modelo: depredación importante del medio natural y presión sobre los recursos, aumento de la desigualdad, y un incremento alarmante de la vulnerabilidad económica de las islas respecto al exterior».
En resumen, «un modelo que degrada nuestro medio de forma acelerada para obtener una riqueza mal repartida y que, encima, cuando las cosas van mal dadas, se ve desproporcionadamente afectado por choques económicos externos que, nuevamente, se distribuyen entre la población de modo asimétrico».